10 noviembre, 2017

sobre bocetar

En el momento de bocetar y cuando pinto con pinceles, es donde más noto movimiento corporal en el acto del dibujo. Ciertos ejes de gravedad cambian de posiciones, van encontrando lugares donde deberían estar siempre y el tiempo casi desaparece. Las manos flamean a la vanguardia espadeando certeramente la hoja que agradece las caricias. Si me despierto del ensueño corro el riesgo que aparezca el tiempo. Entiendo lo que estoy haciendo y por eso lo disfruto, también me gusta que no termino de entender cómo es que van apareciendo las formas. Con bastante trabajo logré que, cada vez más, lo que pienso dibujar sea bastante fiel a lo que queda en el papel, de lo contrario es una gran frustración que desde años no me pasa. Mucha gente me cuenta que le sigue pasando y los comprendo, uno quiere hacer el mejor dibujo del mundo, he estado ahí. El boceto tiene ese nosequé desenfrenado e íntimo, porque es algo "para vos" (para uno mismo). En ese momento podes mandar "cualquiera", que nunca es cualquiera porque en el dibujo "final" se nota que hubo otros antes. Como batir la mezcla para una torta, al comienzo tenes todo crudo y suelto, te pones a batir y dalequebate (que bate chocolate ♫) con la muñeca tonificada aparece la pasta para el horno. Y tanto con una torta como dibujando, van con mate de compañía.
Isidoro Reta

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